Si has viajado a Berlín, una ciudad interesantísima desde el punto de vista artístico, sobre todo, en las expresiones más contemporáneas, te habrás fijado en este monumento que aparece en la fotografía situado muy cerca de la Puerta de Brandeburgo, el símbolo de la ciudad, y relativamente cercano al Reichstag o Parlamento Alemán. 

Se trata del Monumento a los judíos de Europa asesinados - Denkmal für die ermordeten Juden Europas- o Holocaust-Mahnmal o Monumento del holocausto. Se trata de un monumento que recuerda en Berlín a los judíos víctimas del holocausto. Forma parte del desarrollo de la cultura del recuerdo por parte del gobierno alemán, como una manera de hacerse responsable por los crímenes que dejaron los regímenes totalitarios en el país.

El Monumento fue diseñado por el arquitecto Peter Eisenman y por el ingeniero Buro Happold. Se trata de un campo inclinado de 19 000 metros cuadrados cubierto por una rejilla cuadriculada en la que están situadas 2711 estelas o losas de hormigón. Estas losas tienen unas dimensiones  de 2,38 m de largo y 0,95 m de ancho, y varían en cuanto a su altura, desde los 0,2 m a los 4,8 m. 

De acuerdo con el proyecto de Eisenman, las estelas están diseñadas para producir una atmósfera incómoda y confusa, y todo el monumento busca representar un sistema supuestamente ordenado que ha perdido contacto con la razón humana 

En los últimos años se están levantando otros por el mismo espacio dedicado por ejemplo a otros minorías igualmente víctimas del nazismo como las minorías gitanas, romanies y sintis. 

Un monumento como El Memorial del Holocausto en Berlín es un buen ejemplo de lo que es la expresión artística contemporánea. Combina elementos de la abstracción escultórica, lo conceptual y la implicación del artista con la historia, una terrible historia. Este memorial es un buen ejemplo de lo que es la contemporaneidad artística que se caracteriza por su diversidad y su capacidad para abordar una amplia gama de temas y enfoques creativos. Y esto se debe a que los artistas contemporáneos, a menudo, intentan responder a los desafíos y las preguntas críticas de nuestro tiempo a través de su arte, lo que lo convierte en un campo en constante evolución y reflexión, ya que cada movimiento refleja las preocupaciones y las preguntas críticas de la sociedad actual y contribuye a una conversación cultural.