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Hoy también hay censura

La censura en nuestro tiempo

Pero no hay que mirar sólo los regímenes totalitarios. En los años sesenta vuelve a ver ejemplos concretos de censura en el mundo del arte. 

En 1969 se presentó la llamada "La unidad extática de Dorothy Iannone". Iannone es una artista autodidacta que combina elementos traídos del cómic, la ilustración y la pornografía que intoxican sus visiones de una sexualidad sobrenatural. Sus coloridas representaciones de erotismo salvaje se retiraron de una exhibición en el salón de arte Kunsthalle Bern en 1969, después de que el director del museo exigiera que se cubrieran los genitales de las obras de Iannone. Puesto que sus pinturas fueron denominadas "pornográficas", Iannone ha plantado cara luchando contra la censura en el arte, fomentando a cambio valores de amor libre, de independencia de la mujer y de autonomía sexual. 

En 1987 otra obra, en este caso una fotografía, Piss Christ, de un fotógrafo estadounidense, de nombre Andrés Serrano, que decidió sumergir un crucifijo de plástico en una copa con su propia orina, por lo que su obra recibió desde entonces el nombre de Piss Christ. 

El trabajo se mostró en Nueva York y causó una reacción positiva, pero cuando se expuso en Carolina del Norte dos años más tarde, con financiación de la agencia gubernamental promotora de arte, la National Endowment of the Arts (NEA), las cosas se pusieron feas. 

El senador local Jesse Helms expresó su irritación públicamente, declarando que la obra "deshonra al Señor". El incidente provocó que Serrano perdiera subvenciones y recibiera amenazas de muerte durante casi 15 años. 

Actualmente Piss Christ sigue causando la misma controversia. Un grupo de detractores atacó la obra con un martillo durante una exposición en 2011 y justo en enero de este año, la agencia Associated Press retiró la imagen debido a las presiones derivadas del ataque a Charlie Hebdo. 

Dos años más tarde, 1989, otra fotografía, en este caso el momento perfecto de Robert Mapplethorpe  presentada en una exposición de fotografía en blanco y negro bajo el título de The Perfect Moment, generó una polémica sobre las imágenes sexualmente explícitas y sobre el verdadero estado de la libertad de expresión al presentar una imagen, con una iluminación dramática, de un hombre orinando en la boca de otro hombre y otra de un puño dentro del ano de otro hombre. 

La exhibición, seleccionada para su muestra en la Corcoran Gallery of Art en Washington, D.C, fue cancelada antes incluso de que comenzara. El senador Helms también puso su ojo sobre esta exposición y no le agradó demasiado. Volvió a vapulear a la resultados de la búsqueda National Endowment for the Arts (NEA) y la criticó por subvencionar un espectáculo que, según él, escenificaba "materiales de naturaleza sexual moralmente repugnantes". 

En 2013, una exposición titulada Saints and Sinners [Santos y pecadores] conmemoraba el aniversario del polémico momento, a modo de lucha por la libertad de expresión.

En 1989, Dread Scott Tyler y su manera de presentar la bandera de EEUU , generó una gran polémica.  Scott, un estudiante del Instituto de Arte de Chicago, preparó un montaje en el que los visitantes no podían ver un libro de fotografía situado en el centro de la muestra si no era pisando la bandera estadounidense extendida sobre el suelo. 

Como resultado, algunos espectadores fueron arrestados por pisar la bandera, después de que un veterano de guerra alertara a las autoridades sobre el hecho. El mismo Scott fue arrestado también por prender fuego al estandarte, y por desafiar la Ley de Protección de la Bandera en 1989. 

También se animaba a los visitantes a dejar constancia de sus opiniones sobre la exposición. Estas eran muy dispares: iban de "Creo que lo que has hecho es un error y que deberías estar en la cárcel o que te pasara algo. Amo a mi país y me duele saber que tú no";  a comentarios como "Esta bandera sobre la que estoy de pie representa todo lo que hay de opresivo en este sistema: el asesinato de los nativos americanos y toda la opresión que existe en el mundo, incluyendo contra mi hermano, que fue disparado por un cerdo que luego dio la vuelta a su cuerpo con el pie para estar 'seguro de que el negro estaba muerto'. Ese cerdo llevaba puesta la bandera". El montaje recibió críticas. El presidente Bush calificó la obra de "vergonzosa" y el político estadounidense Bob Dole manifestó: "Es posible que no sepa mucho de arte, pero sé lo que es una profanación cuando la veo". 

En 1990, el grupo compuesto por Karen Finley, Tim Miller, John Fleck y Holly Hughes se conoce como Los Cuatro de la NEA, un sobrenombre que el cuarteto se ganó después de que sus respectivas subvenciones de la NEA les fueran retiradas en la década de 1990. La subvención a Finley fue vetada a causa de una crítica de Rowland Evans y Robert Novack, que nunca vieron la obra We Keep Our Victims Ready en persona. The New York Times publicó por aquel entonces: "Lo que ha puesto a Finley en el ojo del huracán es una reciente columna sindicada en un periódico, escrita por Rowland Evans y Robert Novak, en la que se la citaba como ejemplo de los problemas que la NEA se autogeneraba debido a su disposición a financiar exhibiciones que pudieran considerarse obscenas o sin un 'auténtico mérito artístico'". También se refirieron a ella, de forma condescendiente, como una "mujer joven desnuda, embadurnada en chocolate". Finley respondió: "Mi trabajo va contra la violencia, contra la violación y contra la degradación de la mujer, el incesto y la homofobia. Cuando cubro mi cuerpo con chocolate es para simbolizar a la mujer tratada como si fuera suciedad". 

La polémica llegó a alcanzar al Tribunal Supremo en 1998, un caso que Finley perdió después de que se hundiera su propuesta en un test de "decencia" congresual para recibir una subvención federal. No obstante, Finley consiguió una venganza menor cuando, en 1998, ejecutó una obra titulada Return of the Chocolate Smeared Woman [El Retorno de la Mujer Cubierta de Chocolate] en TriBeCa, un barrio de Manhattan, como reacción a la controversia y a la audiencia judicial. "A medida que entramos, un grupo de hombres y mujeres espléndidamente pintados y con un poco de terciopelo marrón nos ofrecen jarras de cerveza mientras nos invitan a sentarnos en latas de pintura de plástico". En el escenario, una pandilla desenfadada (los Bolapelos) baila música disco, todos en línea con el sonido rebotando en las paredes y las luces destellando. Llega Karen, se quita el albornoz y comienza a untarse generosamente con un mejunje marrón”. 

En 1999, La Santa Virgen María, de Chris Ofili - o The Holy Virgin Mary de Ofili- representa a una Virgen María negra con una masa de estiércol de elefante en un pecho y recortes de revistas pornográficas de fondo. El entonces alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, no estaba muy contento con la obra, de la que dijo, junto a otras de la exposición Sensation de los Jóvenes Artistas Británicos (YBA) de la Colección Saatchi, "algo enfermizo". De hecho, Giuliani presentó una demanda contra el Museo de Arte de Brooklyn por mostrarla. El museo se resistió a las exigencias y, a cambio, su director presentó una demanda federal contra el alcalde por una violación de la Primera Enmienda. La galería ganó el caso. 

En el año 2014,  Brett Bailey presentó su zoo humano. La controvertida representación Exhibit B imitaba los "zoos humanos" de los siglos XIX y XX y forzaba a los espectadores a afrontar sin rodeos un momento atroz del racismo en la historia. Sin embargo, muchos acusaron a la exposición de ser racista ella misma, puesto que incluía actores negros enjaulados y encadenados. 

La obra fue seleccionada para su exposición en el Barbican Centre de Londres, pero fue cancelada debido a la naturaleza "extrema" de las protestas y amenazas que se produjeron contra los actores y el personal. Según una declaración del Barbican: "Nos parece muy preocupante que se usen métodos de esta naturaleza contra los artistas e intérpretes y que se haya negado a los espectadores la oportunidad de ver esta importante obra". "No ha sido mi intención alienar a las personas con este trabajo", escribió Bailey para The Guardian poco después. "Sí lo ha sido el desafiar las percepciones y la historia. No ofender explícitamente".  

Las clases discrepantes y muchas veces en relación al poder religioso han censurado desde entonces el arte realizado por opositores, críticos y discrepantes. Tenemos muchos ejemplos de ello: el abatimiento de las estatuas de los dioses paganos por parte de los cristianos; la demolición de mezquitas en tiempos de la reconquista de la península ibérica; la destrucción de códices y templos mayas por los conquistadores españoles; la prohibición de ciertas manifestaciones artísticas por la Contrarreforma; la persecución del "arte degenerado" por los nazis, como hemos visto; o la la voladura de las estatuas de los Budas gigantes de Bāmiyān en 2001; la devastación de templos y estatuas de Palmira por las milicias del Estado Islámico... 

Uno de los Budas colosales de Bāmiyān (antes y después de su destrucción) 

El arte pues es tanto un instrumento de propaganda como una manera de defender ideas contra el poder establecido, aunque como hemos visto puede ser una provocación abierta. Otro debate que se abre aquí es el de la autocensura. Pues he de reconocer que no querido poner aquí todo lo que se ha censurado por motivos diversos. Eso forma  parte de una decisión personal, pero que tiene implicaciones diversas.

Volviendo a un aspecto que hemos dejado atrás y que tiene que ver con la libertad y la censura. Es la censura autoimpuesta, la autocensura.

Es un fenómeno en el que una persona o un grupo de personas limitan o restringen conscientemente su propia expresión, ya sea verbal, escrita, artística o de otra índole, por miedo a las repercusiones, la crítica o la sanción social. 

La autocensura es un tema importante en el contexto de la libertad de expresión y puede tiene diversas implicaciones y consideraciones, entre las que podemos destacar entre otras motivaciones las siguientes: 

  • Miedo a represalias: Las personas a menudo se autocensuran debido al temor a represalias, ya sean legales, sociales o laborales. Esto puede incluir el miedo a perder el trabajo, enfrentar sanciones legales o ser excluido de ciertos grupos sociales. 
  • Normas sociales y conformidad: La autocensura también puede ser el resultado de la presión social y la conformidad. Las personas a menudo se ajustan a las normas y valores predominantes de su entorno para evitar el ostracismo o el rechazo. 
  • Las dudas creativas: Los artistas y creadores a veces se autocensuran por temor a que su trabajo sea malinterpretado, censurado o rechazado por el público, los críticos o las autoridades. Esto puede limitar la diversidad y la innovación en el mundo del arte y la cultura. 
  • Censura implícita: La autocensura puede ser una forma de censura implícita, donde las restricciones a la libertad de expresión no provienen directamente del gobierno o las autoridades, sino que son autoimpuestas por las personas debido a las presiones sociales o el temor a la censura oficial.  

De hecho puede existir en ocasiones un debate público, ya que cuando las personas se autocensuran, el debate público puede empobrecerse, ya que las voces y las perspectivas disidentes o críticas pueden quedar silenciadas. Esto puede tener un impacto negativo en la toma de decisiones informadas y en la salud de la democracia.

Al final nos quedamos en el balance entre la responsabilidad y la libertad. Si bien la libertad de expresión es un derecho fundamental, también existe un debate sobre la responsabilidad que conlleva. 

La autocensura plantea preguntas sobre dónde trazar la línea entre la expresión libre y la responsabilidad ética en la comunicación. 

Así pues vemos que la censura del arte ha sido y la autocensura sigue siendo una de las formas más claras de impedir el ejercicio de uno de los derechos humanos más esenciales: el de la libertad de expresión. Es más, es posible que aquí no hayan aparecido algunas obras pensando que las mismas podrían herir alguna sensibilidad. La autocensura, es real.

Reflexiona: ¿La autocensura actualmente cabe en una  sociedad como la nuestra? ¿Qué pensáis?

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