Variedades geográficas o diatópicas
Las variedades geográficas o diatópicas (los dialectos) son los usos lingüísticos que se emplean en un determinado territorio. En español, los dialectos meridionales (andaluz, extremeño, murciano, canario, español de América) presentan rasgos lingüísticos diferenciados de las variedades regionales septentrionales: por ejemplo, la curva entonacional, el seseo y la aspiración de la h y la s, o el uso de un léxico propio de cada zona geográfica.
El castellano, como todas las lenguas, cuenta con variantes dialectales o dialectos que caracterizan la manera de hablar y organizar lingüísticamente la lengua en los diferentes territorios.
1) Variedades dialectales del castellano en España
El castellano presenta dos grandes variedades: el habla del norte y centro de la península (dialectos septentrionales) y el habla del sur y de las Canarias (dialectos meridionales).
a) Dialectos septentrionales (norte y centro de España). Se caracterizan por su tendencia conservadora y su estabilidad fonética. Están próximos al castellano estándar, es decir, el castellano normativo, y se utilizan con bastante homogeneidad en la zona norte y centro peninsular, con un límite impreciso y, en algunos casos variable, que se podía trazar aproximadamente por Salamanca, Ávila, Madrid, Guadalajara, Cuenca y el norte de Albacete.
Toledo, Ciudad Real y Albacete son áreas más innovadoras, de transición entre el norte y el sur, aproximadas, según las zonas, a las hablas meridionales.
b) Dialectos meridionales. Son las variedades lingüísticas que surgieron de la diferente asimilación del castellano en cada uno de los territorios de la mitad sur peninsular, que Castilla iba incorporando poco a poco, a sus dominios. Estas variedades, nacidas en torno al siglo XVI, proceden, por tanto, del castellano. Son dialectos suyos en sentido estricto. Se caracterizan por su carácter innovador, sobre todo a nivel fónico. Son el murciano, el andaluz, el extremeño y el canario.
Rasgos de los dialectos septentrionales
- Pronunciación de la –d final como –z: saluz por salud.
- Pronunciación de la secuencia –ct- como z: aspezto por aspecto.
- Pronunciación de j por g: dijno por digno.
- Pérdida de la d- intervocálica: cansao por cansado.
- Leísmo (uso de le por lo): Le vio en la esquina.
- Laísmo (uso de la por le): *Las dio a sus amigas una sorpresa.
- Duplicación de preposiciones: Voy a por el pan.
Rasgos de los dialectos meridionales
- Aspiración de s final de palabra o sílaba: lah niñah.
- Apertura de la vocal final para sustituir a la –s final: lo libro.
- Aspiración del sonido j: harra, hefe.
- Confusión de la –l y –r final del sílaba: farda (por falda).
- Pérdida de la –d- intervocálica: acostao (acostado), Graná (Granada), partío (partido).
- Seseo (s por c,z): sena por cena, sapato por zapato.
- Ceceo (z por s): zapo por sapo, coza por cosa.
- Yeísmo (y por ll): cabayo (por caballo), ceriya (por cerilla).
- Uso del pronombre ustedes por vosotros.
- Uso de diversos sufijos para la formación del diminutivo: -illo/a (andaluz), -ino/a (extremeño), -ico/a (murciano).
- Abundancia de arcaísmos: candela, escarpín…
2) Variedades dialectales del castellano fuera de España
- Fuera del territorio peninsular, el español hablado en América constituye un marco dialectal con características particulares. El llamado “español de América” no es unitario, sino que a su vez está formado por múltiples variantes dialectales cuyos límites no siempre coinciden con las fronteras políticas de los países.
El español de América comparte rasgos fónicos con las variedades meridionales (seseo, yeísmo, aspiración de la –s final, confusión –r y l, aspiración del sonido j, pérdida de la –d- intervocálica...
Tienen también en común algunos rasgos morfosintácticos, como el uso de ustedes por vosotros, aunque en Hispanoamérica presenta rasgos particulares como el voseo (uso de vos en lugar de tú); el empleo del pretérito perfecto simple en lugar del compuesto (Hoy compré un libro); o la tendencia al uso del diminutivo en verbos y adverbios (corriendito, ahorita).
En cuanto al léxico, en el español de América abundan los arcaísmos (anteojos, platicar), los indigenismos (chapulín, ajolote); anglicismos (chance, closet) y neologismos (salchipapa, choripán, aguacafé). - Una variedad dialectal del castellano especialmente interesante es el judeo-español o sefardí, hablado por los descendientes de los judíos expulsados de España en 1492, durante el reinado de los Reyes Católicos. Viven en comunidades dispersas por Europa, África, Asia y América. El uso del español es habitualmente familiar y oral, aunque existen iniciativas de empleo escrito (en periódicos, algunas publicaciones literarias) o en medios de comunicación (radio, televisión, etc.). El número de hablantes disminuye cada vez más. Esta variante del español ha sufrido menor evolución lingüística con respecto a otros dialectos: muchos de sus rasgos están muy próximos al castellano del siglo XV.