Vamos a comenzar prestando mucha atención al vídeo.
Las causas de la diversidad lingüística de España radican en la peculiar evolución histórico-social de la Península. Las lenguas de España, a excepción del vasco o euskera, proceden del latín, pertenecen, por tanto, a la familia de las lenguas románicas, romances o latinas.
En el largo proceso de aparición de las lenguas de España se pueden distinguir las siguientes fases:
El gallego
El Estatuto de Autonomía de Galicia, aprobado en 1981, reconoce al gallego como lengua propia de Galicia y cooficial de la comunidad, que "todos tienen el derecho de conocerla y usarla", y al mismo tiempo responsabiliza a los poderes públicos de la normalización del gallego en todos los ámbitos. El gallego es la lengua cooficial de Galicia, junto con el castellano, y abarca un territorio que está delimitado por Galicia y las áreas más occidentales de Asturias, León y Zamora (además de algunas variantes en tres pequeños lugares al noroeste de la provincia de Cáceres). Según datos de la Xunta de Galicia, el número total de hablantes de gallego estaría en torno a los 2 800.000.
El gallego es una lengua romance, originada a partir de la llegada de los romanos a Galicia en el siglo I. El sustrato celta se incorporó a la lengua de los conquistadores romanos. Recibió también gran número de préstamos lingüísticos franceses, gracias al Camino de Santiago. De la lengua común, el galaico-portugués, se diferenciaron en el siglo XV, el gallego y el portugués, a pesar de que Portugal se había constituido como reino en 1250.
El galaico-portugués fue durante la Edad Media la lengua de la poesía lírica en toda la península a causa de su musicalidad.
Rasgos del gallego:
Conserva la f inicial latina: filius > fillo (hijo).
Transforma los grupos latinos cl, fl, pl en ch: flamma > chama (llama).
Se pierde la n entre vocales: lúa (luna).
La –o final suena muy parecida a la –u.
El euskera o vasco
El euskera o vasco es la lengua cooficial, junto con el castellano, en el País Vasco y en la zona vascoparlante de la Comunidad Foral de Navarra. La lengua vasca se extiende también hacia el País Vasco francés, dentro de los Pirineos Atlánticos. En la actualidad, un millón de personas aproximadamente hablan esta lengua.
El euskera es una lengua prerrománica, es decir, anterior a la llegada de los romanos y se desconoce su origen. Existen varias hipótesis (origen caucásico, norteafricano…), pero no se ha podido determinar de dónde procede porque carece de rasgos comunes con otras lenguas y su antigüedad se remonta, como mínimo, a tiempos del neolítico. Es la única lengua no indoeuropea que sobrevive en Europa occidental.
El euskera posee una gran tradición oral, pero uno de los problemas para el desarrollo de la lengua escrita ha sido la existencia de numerosas variedades dialectales muy diferentes entre sí. Por este motivo, la Academia de la Lengua Vasca implantó a partir de 1968 el euskera batua (‘euskera unificado’), que es una modalidad elaborada a partir del dialecto guipuzcoano.
Rasgos lingüísticos del vasco:
Las vocales son las mismas que en castellano.
El acento no tiene un lugar fijo, depende del lugar que la palabra ocupe en la oración.
No existen las letras f, q, v, w, y.
No existen consonantes dobles (ll, rr).
Existe gran libertad en el orden de las palabras en la oración.
El catalán
El catalán es la lengua cooficial, junto con el castellano, en Cataluña, en las islas Baleares y en la Comunidad Valenciana, donde recibe el nombre de valenciano, y se extiende, además, por la zona oriental de Aragón, la comarca francesa del Rosellón, Andorra (donde es la única lengua oficial) y algunas zonas de la isla de Cerdeña (Italia).
Según el VI informe sobre la situación de la lengua catalana, con datos del año 2012, el número de personas que hablan catalán supera los 10 millones.
El catalán es, como el castellano y el gallego, una lengua romance derivada del latín vulgar que se fue afianzando a lo largo de la Edad Media por el nordeste de la península y se consolidó en los siglos XIII al XVI. Tras un periodo de decadencia, el movimiento cultural de la Renaixença en el siglo XIX promueve el uso y el estudio del catalán e inicia de nuevo su cultivo literario. A principios del siglo XX Pompeu Fabra elabora las Normas Ortográficas y la Gramática, que unificarán el catalán moderno.
Rasgos lingüísticos del catalán
Conserva la f inicial latina: filius > fil.
La ll se pronuncia geminada en l.l (como consonantes diferentes) : pal.lida (pálida).
Carece de la grafía ñ, pero no de su sonido, que se representa con ny: Catalunya.
La letra ç se pronuncia como nuestra s castellana.
La letra d final se pronuncia como t.
El castellano
El castellano es la lengua oficial de toda España. Es, como las anteriores, una lengua romance, procedente de la evolución del latín.
EVOLUCIÓN DEL CASTELLANO
1) Castellano medieval (siglos X-XV)
Las primeras manifestaciones escritas del castellano que conservamos datan del siglo X. Son las Glosas Silenses y las Glosas Emilianenses. Los textos escritos en castellano de la época medieval ponen de manifiesto la inseguridad y la vacilación, la falta de estabilidad lingüística y de regularización de los sistemas. A pesar de ello, ya se pueden encontrar muestras literarias de calidad (Cantar de Mio Cid, Auto de los Reyes Magos, Milagros de Nuestra Señora, etc.)
Durante su reinado, Alfonso X, el Sabio (1252-1284), fijó el idioma y lo convirtió en lengua escrita útil para toda clase de contenidos. Realizó el primer intento de regularizar la lengua y sistematizarla.
En esta época se incorporaron numerosos arabismos (préstamos léxicos tomados del árabe) al castellano: aceituna, azúcar, aldea, algodón, alcalde, albañil…
2) Castellano clásico (siglos XVI-XVII)
Durante el reinado de los Reyes Católicos, el castellano se difundió por el Atlántico hacia América La publicación de la Gramática (1492) de Antonio de Nebrija marca el nivel del prestigio que iba consiguiendo el castellano. Ese mismo año la expulsión de los judíos da lugar a una variedad dialectal del castellano del siglo XV que todavía se conserva: el judeo-español.
Durante los siglos XVI y XVII la lengua se va perfilando hasta llegar a la fijación definitiva del castellano como lengua común, que, a partir del siglo XVI, se llamará español.
En esta etapa se adoptaron, sobre todo, italianismos (préstamos léxicos tomados del italiano): piloto, balcón, fachada… e indigenismos (préstamos léxicos tomados de las lenguas americanas): chocolate, tomate, patata, tiburón…
3) Español moderno (siglos XVIII-XIX)
La empresa de construir un estado moderno implicaba una política nacional de unificación lingüística, que triunfó con la llegada al trono de Felipe V. Se impuso entonces el uso exclusivo del castellano en la enseñanza y en los ámbitos jurídicos y administrativos. Esta imposición chocó con fuertes resistencias, sobre todo en el País Vasco y Cataluña.
En el siglo XVIII se atiende prioritariamente a la estabilización definitiva del idioma en lo referente a la preceptiva gramatical propiciada por el clima erudito y crítico que imperaba. En 1713 se funda la Real Academia Española por orden de Felipe V. Una de sus primeras actividades fue la publicación entre 1726 y 1739 de los seis volúmenes del Diccionario de Autoridades, denominado así porque cada palabra incorporada y definida se ejemplifica con frases de autores afamados. En 1741 la Academia publica una Ortografía y en 1771 la Gramática castellana.
Se resuelven en este siglo las inseguridades fonéticas y gráficas más frecuentes del castellano. Desaparecen muchas consonantes y pronunciaciones arcaicas y se fija la ortografía moderna.
En este periodo se introducen muchos galicismos (préstamos léxicos procedentes del francés), debido al auge y esplendor de Francia: interesante, chaqueta, pantalón, hotel, sofá…
Durante el siglo XIX, el Romanticismo reivindicó las lenguas y las tradiciones nacionales y se impulsaron los movimientos de recuperación lingüística en las comunidades con lengua propia, sobre todo en Galicia y en Cataluña, donde se había producido un importante crecimiento económico, industrial y cultural.
4) El siglo XX
La II República (1931-1939) aprobó los estatutos de autonomía de Cataluña y del País Vasco; el de Galicia sólo pudo aprobarse al inicio de la Guerra Civil. Su vigencia fue breve, pero estos estatutos concedieron competencias a los gobiernos territoriales, que impulsaron la difusión de las lenguas propias.
El régimen franquista (1939-1975) impuso el castellano en la enseñanza, en los medios de comunicación y en la vida pública. La unificación lingüística impidió el aprendizaje escrito y propició el estancamiento de las otras lenguas reducidas al ámbito familiar y coloquial.
Finalmente, con la instauración de la democracia, la Constitución de 1978 reconoció la pluralidad lingüística y cultural de España.
EL CASTELLANO ACTUAL
El español es una lengua en constante expansión; en la actualidad se calcula que hay unos 495 millones de hispanohablantes. Es la segunda lengua más hablada del mundo como lengua nativa, tras el chino mandarín, que cuenta con 1000 millones de hablantes y el segundo idioma de comunicación internacional, tras el inglés
El español es lengua oficial en España, en diversos países de América (México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Venezuela, Colombia, Cuba, República Dominicana, Puerto Rico, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Paraguay, Uruguay y Argentina), en África (Guinea Ecuatorial) y en los campos de refugiados de distintas partes del mundo, en los que cuenta con entre 150.000 y 200.000 hablantes.
Además, es un idioma en expansión en Estados Unidos: en los territorios incorporados de California, Arizona, Nuevo México y Texas, y en grandes ciudades como Nueva York, Los Ángeles, San Francisco o Miami, donde han emigrado numerosos hispanohablantes. En Filipinas lo habla un 4% de la población, y en el Sahara Occidental, cerca de 16000 personas.
Al hablarse en un territorio tan extenso y en zonas tan distantes, presentan numerosas variedades, pero, a su vez, ofrece indudable unidad. Esta se mantiene y fortalece gracias a la labor de las academias de la lengua de los distintos países y a los medios de comunicación social.